María Vicenta Bordes, gerente de Ttes. Hermanos Bordes: “Las grandes empresas que operan como falsos rumanos son las que rompen el mercado”
“En lugar de mirar tanto a los autónomos podrían mirar a grandes empresas españolas que operan como falsos rumanos, falsos polacos, etc.”, porque esas compañías “están haciendo competencia desleal y son las que rompen el mercado”. Así de tajante se muestra María Vicenta Bordes, gerente de Transportes Hermanos Bordes, en sus respuestas a TodoTransporte que incluimos en la sección A plena carga de nuestro ejemplar de julio-agosto.
La empresaria, preguntada acerca de los requisitos exigidos a los autónomos para acceder al sector del transporte de mercancías, pone el foco en un problema muy diferente que, en su opinión es el que verdaderamente hace daño a las compañías de nuestro país.
Se trata del que provocan las grandes flotas que deciden implantarse en países de Europa del Este para beneficiarse de la menor carga fiscal que tienen estos estados y de los menores costes laborales a los que deben hacer frente las compañías que deciden operar desde estos mercados.
“Ahí es donde la Administración debe trabajar de verdad”, explica Bordes, y no “impidiendo que gente que siempre se ha ganado la vida encima de un camión ahora no pueda hacerlo” debido al requisito de tener al menos tres camiones para acceder al sector.
En opinión de la directiva de la compañía valenciana, “es verdad que cualquier empresa que quiera acceder al sector debe tener una estructura solvente para competir, pero por otro lado hay que entender que el autónomo no tiene por qué hacer frente a esas tres unidades. No siempre el grande tiene que tener la fuerza”, afirma.
Y es que, a su entender, “es lógico que el Estado pida cierta capacidad económica y exija avales, pero no que fije cuántos camiones tiene que tener un profesional para ganarse la vida. Y lo digo desde la perspectiva de una empresa con 40 años de trayectoria que ha podido mantenerse con 20 camiones. El que pueda aguantar con 20, que aguante con 20, pero el que trabaje con uno y pueda vivir no tiene por qué tener tres”, sostiene María Vicenta Bordes.