En una conversación grabada en la Comandancia de Palma de Mallorca en 2011 el coronel jefe de la Guardia Civil en las Islas Baleares, Jaume Barceló, justificó y reconoció que había torturado personalmente a los detenidos numerosas veces: “Hostias y un golpe lo hemos dado ¡todos! Yo, así...”
La grabación se realizó por error en una reunión en la Comandancia. Había un dispositivo preparado para grabar otro asunto en el cuartel y, entre tanto, se produjo la reunión y la grabación con el coronel Barceló, que entonces era el segundo en el mando de la Guardia Civil en Baleares.
El coronel torturador tiene bajo sus órdenes a más de 2.000 guardias civiles. Tomó posesión del mando de la Zona de las Islas Baleares en enero de 2014, en un acto presidido por el director general de la Guardia Civil, el falangista Arsenio Fernández de Mesa, en el acuartelamiento Jaime II del Regimiento de Infantería Ligera Palma 47.
La conversación la publicó el diario ABC el jueves (*). En numerosas ocasiones el coronel Barceló ha alardeado de haber “sacudido” a los detenidos y ha relatado varios episodios de torturas. Cuando era más joven torturaba a los detenidos de forma habitual, jactándose de ello porque los delitos “ya han prescrito porque llevo muchos años fuera de la calle”.
En la grabación los guardias civiles estaban hablando de varios casos de torturas que en esos momentos estaban en los tribunales. Ninguno de ellos denunció a su jefe por los delitos que había confesado cometer, lo cual es un grave incumplimiento del deber por parte de todos los presentes.
“El que ha trabajado un poco en esta Guardia Civil y no ha soltado una paparra [bofetón en el lenguaje propio de Mallorca] es que ha trabajado poco, porque eso lo hemos hecho todos”, es una de las frases que dice el coronel Jaume Barceló involucrando a toda la Guardia Civil como cuerpo en la práctica de torturas.
El coronel asegura que había torturado con sus propias manos a un gran número de detenidos. En otro momento de la conversación asegura: “A mi un tío que pega a un guardia, aún hoy por hoy todavía se lleva un par de hostias, hoy por hoy”.
Afirma además que después, para ocultar las señales de la tortura a los jueces, “ya escribiremos, ya veremos lo que tenemos que hacer”. Emplea el plural para lograr la complicidad de todos los guardias civiles y de la Guardia Civil como cuerpo, tanto en la tortura como en la ocultación de la misma. Es otro delito: la tarea de Guardia Civil no es la de encubrir un delito falsificando las pruebas, sino la de descubrirlo.